La hora del patio
El recorrido de la vida de un chicle. En primera instancia, sale del envoltorio. Es metido en la boca de un chico, es la hora del patio. Lo masca y ablanda hasta que pierde el sabor. Cuando sale a la terraza, el muchacho lo pega en la mesa sin pensárselo. El chicle permanece ahí hasta que el colega de nuestro primer personaje lo aplasta con la libreta sin verlo. En medio del pasillo es descubierto, despegado y dejado caer en el suelo. A pesar del poco tráfico que hay en el pasillo, es pisado por una chica. Al ver lo molesto que supone andar con algo en la suela, lo descubre y cree que es blutack (material plastico para pegar cosas a la pared). Lo arranca y lo pega en el muro. Al cabo de un rato otro ve que hay un espacio vacío en el que se puede pegar un anuncio y lo cuelga justo encima suyo.